Con su segunda película, la directora británica, Rose Glass, confirma su talento para contar historias intensas sobre la condición humana; ahora con un thriller sacado del mundo del fisicoculturismo.
La película Love Lies Bleeding comienza con un intrigante movimiento de cámara sobre el desierto de Nuevo México, Estados Unidos, una toma que desciende del cielo para retratarnos las entrañas de un sudoroso y muy bien ambientado gimnasio de 1989.
En este establecimiento trabaja Lou (Kristen Stewart) como gerente, quien tiene que soportar la pesadez de los clientes, el machismo y la presión de unos agentes federales que la interrogan sobre los misteriosos negocios de su padre, el Sr. Lou, interpretado por el actor Ed Harris, quien es dueño de un campo de tiro en las afueras del pueblo.
La vida de Lou es solitaria y su relación familiar desastrosa. Tiene una relación sexual casual con la prostituta Daisy (Anna Baryshinikov), no se habla con su padre y sufre los constantes abusos y la violencia física que ejerce su cuñado JJ (Dave Franco) sobre su hermana Beth (Jena Malone). Una de las razones por las que Lou no ha mandado todo al carajo, es precisamente por no abandonar a Beth y a sus sobrinos, angustiada de que algo horrible les pueda suceder.
En este escenario desolador, Lou conoce a Jackie (Kathy O´Brien), una mujer bisexual que está entrenando para ganar una competencia de fisicoculturismo en Las Vegas. Lou sabrosea con la mirada a Jackie desde su escritorio en el gimnasio y después de su primer encuentro afuera del lugar, comienzan una relación romántica. Lou la invita a quedarse en su casa y se compromete en ayudarla con su rutina de ejercicio, con su dieta y con acompañarla al concurso, es decir, se enamoran.
Jackie descubre el tipo de personajes que pertenecen a la vida de Lou, y a quienes conoce previamente por azares del destino. Una nueva golpiza de JJ a Beth, que termina en hospitalización, acelera la trama de la cinta para mostrarnos la crudeza de las acciones de los personajes, así como el descontrol mental y las adversidades sociales en las que viven. En un acto de solidaridad con Lou, Jackie decide hacer justicia con sus propias manos y partir de aquí, todo se vuelve tormentoso y criminal.
El guion, la producción, la fotografía y las actuaciones hacen de Love Lies Bleeding un producto sólido
La directora Rose Glass escribió el guion junto con su colega Weronika Tofilska, logrando con precisión, otorgarle a la historia el contexto de los ochenta, mismo que se mezcla con una realidad poco alentadora. Por momentos, las escenas y los personajes parecen salidos de los cómics, situaciones que combinan la desesperanza y la ficción con el horror de la violencia humana.
En este sentido, la película luce increíble y tiene una atmósfera retro muy bien lograda que recuerda a producciones como Stranger Things, y la fotografía, a cargo de Ben Fordsman, quien también participó en el primer largometraje de Rose Glass titulado Saint Maud (2019), se acompaña de una banda sonora potente que hacen de esta película toda una experiencia, en ocasiones, incómoda.
Las actuaciones en Love Lies Bleeding están espectaculares, principalmente las de Kristen Stewart y Katy O´Brian en sus respectivos papeles, ellas hacen que esta historia de amor imposible valga la pena, y contra todo pronóstico, el viaje que emprenden juntas termina con final feliz: las heroínas logran vencer las adversidades y consuman su relación alejándose del mal que representa el mundo que las rodea.
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