Intensamente 2 es una secuela justificada con un guion que fluye con naturalidad para sumergirnos en el torbellino emocional de la adolescencia; el apartado visual, bajo el sello de Disney y Pixar, luce espectacular. Imperdible para todas las edades
La expectativa por ver Intensamente 2 (Inside Out 2), bajo la dirección de Kelsey Mann y producción de Mark Nielsen, era tan intensa como las emociones que evoca la película misma, y como su predecesora, no decepciona en absoluto e incluso genera una mayor conexión con los adultos porque ya dejó de ser exclusivamente una película para niños y es inevitable no sentirse identificados con algunas emociones.
Intensamente 2: ¡bienvenida a la pubertad!
La continuación de Disney y Pixar nos presenta a Riley Anderson, ahora de 13 años, quien va a un campamento de entrenamiento de hockey con sus dos mejores amigas, al tiempo que se entera de que estas ya no irán a la misma escuela secundaria que ella. Ahí, a través de su mente, nos sumergimos en el torbellino emocional de la adolescencia, donde los recuerdos de esta etapa crucial están a flor de piel en casi todas las escenas.
El largometraje nos lleva de vuelta a esos primeros amigos, a las inseguridades que nos acechaban, al anhelo de pertenecer, a la presión de hacer todo bien y, por supuesto, a la implacable Ansiedad (Maya Hawke), que llegó para quedarse. Las emociones de Alegría (Amy Poehler), Tristeza (Phylis Smith), Furia (Lewis Black), Miedo (Tony Hale) y Desagrado (Liza Lapira) siguen presentes en el cuartel general, pero con nuevas integrantes: Envidia (Ayo Edebiri), Ennui (Aburrimiento, Adèle Exarchopoulos), Nostalgia de vez en cuando (June Squibb) y Vergüenza (Paul Walter Houser), además de la mencionada Ansiedad.
Todas las emociones son válidas
La convivencia se vuelve más complicada porque Alegría y su séquito ven a las nuevas inquilinas como enemigas. Con su visión ingenua de la vida, siguen luchando por entender que, para que Riley forje su propia personalidad, es necesario que las otras emociones también tengan su espacio y se manejen con justa medida. De hecho, la ilustración de los traumas en la formación de la identidad y los baches que surgen por el camino está muy bien lograda.
La presencia de Ansiedad se hace eterna, quizá porque los creadores quisieron enfatizar en cómo el sentimiento es tedioso, experto en predecir e inventar mil escenarios futuros, especialmente en la adolescencia, donde todo se vive con una intensidad desbordante. Sin embargo, en Intensamente 2 extrañamos un mayor desarrollo de las otras emociones, pues su representación es tan acertada y divertida, que nos deja con ganas de ver más de ellas y de las sonrisas que nos arrancan.
Donde no hay “peros” es en el apartado visual que luce, con todas las letras mayúsculas, ESPECTACULAR, e Intensamente 2 es un despliegue de la genialidad de Pixar, que nos deja boquiabiertos con cada estreno. Las animaciones están meticulosamente logradas y los colores intensos resaltan con una intensidad, que refleja perfectamente las emociones en juego. La maestría de Pixar en la animación se siente en cada detalle, desde las expresiones faciales hasta los entornos dinámicos, lo que eleva al cielo la narrativa emocional de la película.
Conclusión de Intensamente 2
En definitiva, Intensamente 2 justifica su estreno en la gran pantalla y su posterior subida a plataformas. El guion fluye sin sentirse forzado y la película es una opción excelente para niños, adolescentes y adultos, ya que ¡hay emociones para todos! Pixar reafirma su dominio en la animación y cautiva por su capacidad para explorar la complejidad humana desde una perspectiva genuina y conmovedora, además de recordarnos cómo las emociones moldean nuestras experiencias y nos conectan universalmente.
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