top of page
Foto del escritorMaria Fernández Rehberger

Crítica de "¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret": una joya de coming-of-age con la nostalgia a flor de piel

La película es una adaptación maravillosa de la novela homónima de Judy Blume (1970), que narra la transición de una niña, de 11 años, a la incómoda pubertad


"¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret" película
"¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret" cuenta con un reparto de lujo, encabezado por Rachel McAdams y Kathy Bates.

¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret es un coming-of-age maravilloso, disponible en la sección de joyas escondidas de HBO. Un retrato muy aterrizado sobre la preadolescencia, los cambios, las primeras amistades y el sentido de pertenencia. La nostalgia está a flor de piel en esta película tierna, conmovedora y divertida, adaptación de la novela homónima de Judy Blume (1970).


Margaret (Abby Ryder Fortson, Ant-Man y la avispa) es una niña de 11 años a quien le dan la peor noticia de su vida, tras regresar de un campamento de verano. Dado el trabajo de su padre, la familia debe mudarse de Nueva York a Nueva Jersey. Esto implica dejar una vida feliz en la gran manzana para adaptarse al nuevo entorno, hacer nuevos amigos y sobre todo digerir todo un cóctel de emociones porque nadie dijo que la transición a la pubertad fuera fácil.


En busca de respuestas


La pequeña busca a alguien en quién refugiarse, que le dé respuesta y sentido a su vida. Ese es Dios, pero la directora y guionista Kelly Fremon Craig (Mi vida a los diecisiete) lo plantea desde una perspectiva objetiva. Su madre, Barbara (Rachel McAdams, Mean Girls) es cristiana y su padre Herb (Benny Safdie, Oppenheimer), judío. En su casa no se celebran Navidad ni Jánuca. Prefieren que Margaret elija cuando tenga edad y criterio suficiente. La película barre así el fanatismo y refuerza que los extremos siempre dividen, sin excepción.


¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret habla con naturalidad sobre otros temas tabú como la primera menstruación, las clases de sexología en el colegio, los cambios corporales y preocupaciones banales como el deseo de tener más busto, ante la presión social. Todo con un toque de humor inteligente, que nos hace reír en alto y vuelven al largometraje digerible. Se pasa volando.


El guion tiene la suficiente materia prima para sentirnos identificados, independientemente de la época en la que hayamos vivido esta etapa tan crucial.


"¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret"
"¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret", de HBO, es un retrato muy aterrizado de la preadolescencia, los cambios, las primeras amistades y el sentido de pertenencia.

Un reparto brillante


La conexión con los personajes es posible gracias a unas actuaciones sublimes y naturales en ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret. Abby Ryder se muestra excepcional al retratar las inseguridades de una niña de su edad, al igual que sus amigas, en concreto Nancy (Elle Graham, Secretos en Sulphur Springs), la popular y menos inocente del grupo, deslumbra con mucho arte y carisma. ¡Olé!


A Rachel McAdams, nuestra icónica Regina George de Mean Girls, la queremos. Logra transmitir la bondad y el amor de una madre, quien renuncia a dar clases de arte para ocuparse de su familia y aliviar el drama que conlleva el cambio de vida. Los diálogos con Margaret calan hasta los huesos y se nota esa química entre madre e hija.


Mientras, la ganadora del Óscar Kathy Bates (Misery) lo borda en el papel de la abuela paterna Sylvia, una mujer judía con una personalidad muy única, simpática y amante del drama, ingrediente que usa para dar sabor a la vida. Todo un personaje, quien, desde el primer instante, se gana nuestro cariño. De hecho, nos hubiera gustado una mayor participación de ella en el largometraje porque siempre es un placer verla en la gran pantalla. En este sentido, también faltó darle más peso al personaje del padre, ejemplar por su empatía e imparcialidad con las mujeres de su vida, alejado del machismo de esos años.


Conclusión ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret


El largometraje de Kelly Fremon Craig es tiempo bien invertido. Un pase de garantía para disfrutar de un rato agradable y revivir todos aquellos momentos que, de una u otra manera, marcaron nuestras vidas, donde la incomodidad era un engranaje más de la rutina. Es, además, una buena reflexión sobre cómo la religión no define a las personas, sino más bien las acciones son las que van puliendo la esencia del ser humano.



9 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo

1 Comment

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
Rated 5 out of 5 stars.

Una de mis pelis favoritas en los últimos años. Me parece una crítica muy acertada y debería ser un “must” para todos aquellos que están en búsqueda de algunas respuestas en cuánto a la fe.

Like
bottom of page